Centro Deportivo «Juan Carlos Beiro»
• Autor: Javier Pérez Uribarri.
• Fecha de inauguración: 10 de febrero de 2007.
• Ubicación: Está en la calle Jovellanos (barrio del Puente), en un espacio en forma de «L» situado entre Sama y La Felguera, los dos distritos más relevantes de Langreo, y delimitado por una vía de Cercanías de Renfe, un cuartel de la Guardia Civil, el río Nalón, el campo de fútbol del equipo local (estadio Ganzábal), y un importante nudo de carreteras: la salida de Sama a la autopista Corredor del Nalón.
Este Centro Deportivo lleva el nombre del guardia civil langreano Juan Carlos Beiro (Cuturrasu, 1970), asesinado por ETA el 24 de setiembre de 2002.
El magnífico Centro Deportivo de Langreo es obra de Javier Pérez Uribarri, cuyo proyecto, ganador del concurso de ideas convocado al efecto, mereció el premio ARQano 2007 —convocado por los cinco colegios de arquitectos del noroeste de España: Asturias, Cantabria, Castilla y León Este, Galicia y León— en su categoría «Otros edificios de nueva planta», así como su selección para la Bienal de Arquitectura de Sao Paulo (Brasil), celebrada a finales de ese mismo año, y el premio Asturias de arquitectura 2008 (XIX edición) —concedido por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias—, cuyo jurado reconoció el éxito de un proyecto que «tras una operación de plegado topográfico, como gesto único, crea un conjunto arquitectónico que, por su singularidad, reactiva y regenera un tejido urbano desgajado, para convertirse en referente arquitectónico y en motor de actividades ciudadanas». El 1 de diciembre de 2010 recibió el premio especial, otorgado por el grupo Xtrata Zinc, uno de los galardones de Galvanización en Construcción que anualmente entrega la Asociación Técnica Española de Galvanización (ATEG).
Como en Langreo se tiene la impresión de que hay poco suelo libre, pues la fuerte orografía, la antes pujante industria y las viviendas de los trabajadores lo llenan todo, la idea propuesta por el arquitecto vasco se basa en esta reflexión, en proponer un nuevo paisaje en vez de un nuevo edificio. En no perder el espacio libre existente.
Resuelto el encaje funcional del programa, la organización en planta y niveles, la volumetría exterior la diseña Pérez Uribarri y su equipo como la expresión directa de las necesidades volumétricas interiores de los locales: más altura en cancha polideportiva, mayor aun en la zona de gimnasia rítmica, en piscina más baja pero más alta en la zona de saltos, dando forma a la espectacular cubierta como pliegues del terreno.
Hay 3 cubiertas, acabadas en césped artificial, que se corresponden con otras tantas zonas diferenciadas: 1) Cancha polideportiva multiusos (deportes + conciertos). 2) Recinto de piscinas (fachadas resueltas con muro cortina de TECHNAL). 3) Zona de resto de servicios generales (oficinas, salas multiusos, sauna, etc.).
En el interior de las «colinas» domina el color negro. Grandes muros de bloque de hormigón, tipo rudolph, pintados de negro, rinden homenaje a la cultura del carbón de las cuencas mineras. Negros en contraste con verdes (de tantos prados asturianos), así como ocres, amarillos y anaranjados. El simbólico plegado de la capa superficial del terreno nos descubre los estratos y grandes masas carboníferas del subsuelo, como la propia playa de la piscina, pintada de negro: estamos en la capital de la minería del carbón de España.
Al igual que sucede en las minas, Pérez Uribarri proyecta edificios dentro del edificio: como el volumen que alberga las oficinas; pliegues y fracturas: como los planos inclinados bajo las gradas que conforman el techo de los vestuarios; puentes para salvar espacios y fallas, como la pasarela que desde el control de acceso da paso a las piscinas…
Los materiales de acabado interior son duros, duraderos y sobrios: bloque de hornigón pintado, cartón yeso pintado de resina de epoxi, pavimentos de resina de epoxi, estructura vista en techos; siendo la madera de la cancha polideportiva el acabado de mayor calidez.
En el perímetro de la pista, y con objeto de mejorar sus prestaciones absorbentes en conciertos y actos similares, parte de los paramentos se revisten con chapa minionda perforada, pintada de negro, con paneles de lana de roca en su trasdós.
La cubierta, aparte del césped artificial, cuenta con 10 cm de aislamiento de lana de roca que le confiere una excelente prestación aislante, tanto térmica como acústica.
En el recinto de la piscina se proyecta un techo de lamas perforadas, con velo absorbente, que consiguen atenuar el desagradable eco habitual en este tipo de recintos. Éste es el único en todo el edificio que cuenta con un cierre transparente, un muro cortina.
La iluminación interior se resuelve en mayor medida con «líneas de luz», luminarias de lámparas fluorescentes en montaje continuo lineal, dibujando en el aire la dirección de las circulaciones principales o el eje de curvatura de las bóvedas colinas.