Pozo Candín II o Lláscares
Conocido también como pozo Lláscares, perteneció a la empresa Carbones de Langreo y Siero hasta su integración en HUNOSA. Esta era una de las pequeñas sociedades que subsistieron en medio del fuerte predominio que en el valle del Nalón ostentó la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera.
Los edificios del pozo se han renovado recientemente, pero se conservan tres de 1934: el lavadero de carbón que en la actualidad cumple las funciones de almacén y taller, la sala de máquinas sin ningún uso desde hace años y el almacén de efectos y compresores que no ha sido relevado de su ocupación originaria.
La sala de máquinas albergaba las calderas de la máquina de extracción. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los pozos que no pertenecían a Duro Felguera se equiparon con máquinas de extracción movidas por vapor de agua. La Duro recurrió desde un principio a la energía eléctrica de las dos importantes centrales térmicas de que disponía, una en el recinto de la misma fábrica de la Felguera y otra en el Sotón, donde está el actual polígono industrial conocido como La Central. Sin embargo, las pequeñas empresas tuvieron que optar en principio por el vapor como fuerza motriz.
Detrás de la sala de calderas quedan restos de una chimenea de ladrillo rojo que fue derruida en 1988. Aún quedan la basa y parte del desarrollo hasta la algura de un metro. Tenía unas características muy semejantes a la chimenea de Coto Musel (Laviana).
El antiguo lavadero tiene anexionadas unas tolvas modernas de hormigón que se diferencian claramente de la obra inicial.
Por su arte, el almacén de efectos y compresores se une a un segundo edificio por una continuidad estilística evidente, que se rompe por la incorporación posterior de un portón cuadrado. Los tres edificios son una muestra elocuente y tardía del historicismo clasicista en sus valores formales. Óculos, arcos de medio punto y frontones figurados en los hastiales, se repiten en los tres con un resultado agradable, pero totalmente anacrónico con respecto a las funciones que albergaban y las técnicas constructivas con que se levantaron.
Concretamente, éstas consisten en la fábrica de ladrillo para los muros y las cerchas metálicas en la cubierta. Las molduras se realizaron con mortero hidráulico.
Muy cerca del pozo hay unos cuarteles o viviendas para trabajadores que se levantan sobre una plataforma sostenida en un enorme muro de piedra. También eran propiedad de Carbones de Langreo y Siero y estaban en clara vinculación con estas instalaciones comentadas. Las profesiones de lampisteros, caballistas y guardas jurados eran predominantes en sus primeros destinatarios, siguiendo un criterio de dar vivienda cerca del centro de trabajo al personal más relacionado con el mantenimiento, la vigilancia y las labores obligadas y especializadas.
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