El municipio de Langreo no destaca únicamente por su patrimonio tangible, sino que hemos de añadir su patrimonio natural. Hay que decir, que la naturaleza también ha sido generosa con Langreo. Diseminadas en torno al río Nalón, y a la pronunciada orografía del valle, habitan numerosas especies vegetales entre las que destacan los robles, los castaños y los abedules, que conforman un tupido bosque mixto cuya extensión total asciende a treinta kilómetros cuadrados.
Según las zonas, predominan los robles, en su variedad de carbayos; o los castaños, que pueden llegar a constituir manchas arbóreas de esta sola especie. También forman parte de este bosque, aunque en menor cantidad, los pláganos, los fresnos y los alisos, que afianzan sus raíces en las riberas de ríos y arroyos.
Parte de esta riqueza natural del municipio está integrada en el Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras, una zona de cien kilómetros cuadrados que comparten los Municipios de Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Mieres y Aller.
Gracias a sus valores estéticos, paisajísticos y de marcado interés cultural, esta amplia área ha merecido la consideración de Paisaje Protegido y de ella forman parte tanto el bosque de carrascos como el de hayas.
En cuanto al patrimonio cultural del municipio, podemos hacer referencia al escritor francés Anatole cuando decía que “no perdamos nada del pasado, puesto que solo con el pasado se forma el porvenir». Esta frase célebre parece cobrar en Langreo un amplio significado si tenemos en cuenta el interés especial que se ha puesto en conservar lo mejor del pasado y hacerlo formar parte del presente con vistas a perdurar mucho más allá en el futuro.
Desde la iglesia de San Esteban de Ciañu, construída entre los siglos XII y XIII, hasta los modernos edificios de nueva construcción, son muy numerosos los elementos singulares que se conservan en el municipio y que langreanos y foráneos podemos disfrutar como parte indisoluble de su tradición e historia.