En el año 1880 se comienza la urbanización de la zona del actual ayuntamiento de Langreo, y es a partir de esa fecha cuando se construyó la fuente de cuatro caños originaria, de la que tenemos legado fotográfico fechado en el año 1902.

La actual, es una obra inaugurada en 1999, cuya autoría corresponde a la Oficina Técnica Municipal del Ayuntamiento de Langreo, con mención especial de José Sánchez Prieto, delineante municipal y autor del diseño de los frisos decorativos del pilón y del flamero de remate.

Es de planta cuadrada y de estructura muy geometrizada y racional, que adopta una forma de conjunto con tendencia a lo piramidal. Se evidencia, así mismo, la intención de enlazar con lo tradicional, sin caer en la copia de un diseño concreto. Está compuesta por tres elementos nítidamente diferenciados: un basamento formado por dos escalones, un pilón que mantiene la planta cuadrada y un pilar central del que surgen los cuatro caños. Tanto en este último, como en el exterior del pilón se da una alternancia de materiales, superponiéndose fajas horizontales de caliza grisácea con otras, mucho más estrechas, de color ocre.

La parte externa del pilón va decorada con frisos ornamentales de regusto modernista, alternándose dos diseños similares que presentan ligeras variantes: ambos llevan en el centro una flor hexapétala, que en un caso se deja lisa para que destaque sobre el fondo, mientras que en el otro se invierten los acabados (flor picada sobre fondo liso); también varían los motivos de los extremos, alternándose las siluetas de un hórreo con las de unas casas. El interior está revestido de gresite.

El pilar central es de forma prismática, estando rematado por una pieza piramidal cuya cúspide se adorna con un flamero de bronce en el que aparecen, discretamente integradas, varias serpientes. Las hiladas de caliza le dan aspecto de pilar fajado y en cada una de sus caras se sitúa un caño en forma de codo que surge de un espejo circular; en estos dos elementos se juega con la combinación de dos acabados del bronce: dorado y patinado.

El hecho de que la nueva fuente cuente también con cuatro caños y la coincidencia con el emplazamiento de la antigua, evidencian la intención de entroncar con el elemento tradicional perdido. Sin embargo, para el diseño de la actual se ha preferido contar con una mayor libertad, por lo que no responde al de la fuente original, en la que el pilar central era más estrecho y estaba rematado por una farola.