Gregorio Aurre
Fue un ingeniero de minas de las escuelas de París y Bélgica, aunque no nació en Langreo falleció aquí en el año 1893, después de haber residido unos 30 años en La Felguera.
Se le debe no sólo la instalación y el gran desarrollo de su factoría siderúrgica, en la que fue ingeniero director desde el año 1863 hasta 1890, sino también ese gran impulso que recibió la industria carbonera, que fue factor decisivo en el creciente desarrollo de su vida industrial.
Gregorio de Aurre nació en Bilbao el 19 de marzo de 1829. Cursó la carrera de Ingeniería en la Escuela Central de París, siendo admitido como alumno el 10 de agosto de 1849 y finalizando la carrera el 2 de junio de 1853. Completó a continuación su formación de ingeniero en Bélgica.
De regreso a España, ejerció como profesor de la Escuela de Capataces de Minas de Mieres desde el mismo año de su creación (1854) -dirigida por Luis Fernández Laygorry y Pedro Sampayo- llegando a ocupar una cátedra en dicho centro en el año 1860. Desde muy pronto también (1853) ostenta el cargo de subdirector técnico de la Empresa Carbonera de Siero y Langreo, creada en 1838 por Alejandro Aguado, Marqués de las Marismas. En aquel entonces Ulpiano Aza López era su administrador general y el conocido banquero y empresario francés el barón Adolphe D’Eichthal uno de sus principales accionistas. Gregorio se incorporó a la empresa minera como responsable del Distrito de Siero en donde se asentaban las Minas «El Carbayín». Al cabo de dos años asumió la dirección facultativa de dicha empresa, al sustituir al reconocido ingeniero francés Adrien Paillete.
Compatibilizó Gregorio de Aurre su trabajo en Empresa Carbonera de Siero y Langreo con la dirección técnica de las minas de la Sociedad Carbonera de Pelayo, también llamada Sociedad Sans, explotadora de unas pequeñas concesiones que estaban muy próximas a las de Carbayín. Por la correspondencia que Gregorio mantuvo con Bonifacio Ruiz de Velasco, secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Sans, sabemos que se encontró en una situación muy comprometida cuando tuvo que sustituir en el cargo al ingeniero Carlos Thivolet, despedido por la empresa y amigo como Gregorio de Adrien Paillette.
En el año 1860 pasa a ocupar el cargo de director de la fábrica de hierros de La Felguera de Pedro Duro, perteneciente a la Sociedad Metalúrgica Duro y Cía., puesto que no abandonó hasta el año 1889, momento en el que se retira de la profesión por problemas de salud.
Falleció en Oviedo el 22 de marzo de 1893.
En su memoria, una calle de La Felguera lleva su nombre.