Iglesia de los padres dominicos y colegio de Santo Tomás de Aquino
La Iglesia del Colegio Santo Tomás de Aquino es una de las mejores muestras de arquitectura moderna de Asturias y una de las más elogiadas por los expertos.
Fue construida en 1966 de la mano del prestigioso arquitecto Fray Coello de Portugal (autor de, entre otros, el Santuario de la Virgen del Camino o la Catedral de Taipéi).
Es una iglesia austera, hecha a base de hormigón, su decoración es casi inexistente. Se limita a la figura de Cristo en el altar, del antiguo convento de los Dominicos, y una talla de madera a cada lado de éste (Santo Domingo de Guzmán y la Vírgen María).
Con los únicos medios del hormigón, el hierro y el ladrillo, el arquitecto se permite en la iglesia de Jesús Obrero de la Felguera atrevimientos que en su día fueron nuevos en España. Además, presenta una cubierta con soporte de tensado de cadenas.
Tiene una notable peculiaridad y es que desde cualquier parte del templo se divisa el altar, debido a su planta triangular. Su forma se asemeja a una «tienda de campaña», y finaliza con un gran pico. Por tanto, la forma no es una exhibición arbitraria sino que, como en el caso gótico, es ingenio que evita muros ociosos, ubica alturas donde se precisan, y deja que el espacio crezca desde las conveniencias, no desde los protocolos o rutinas.
El techo está sostenido por enormes vigas de hierro a imitación de una catenaria. Las paredes se llenan con las pequeñas estaciones del «via crucis».
Completa la decoración del altar una corona metálica de color negro colgada mediante unas largas cadenas de las paredes.
Las paredes y el suelo del templo son de color blanco, realizando un fuerte contraste.
En iglesia de La Felguera, la luz pascual comparte protagonismo con la gran cubierta de gajos curvos que orientan la vista hacia el muro central. Sobre planta triangular discurre un fuerte haz de convergencias impulsado hacia el ángulo de la planta, el muro-presbiterio. A su vez, en su afirmación vertical, ese muro es bañado por la potente luz que resbala desde diecisiete metros de altura, dramatizando la única imagen que soporta el hormigón: el crucificado.
El propio edificio del colegio Santo Tomás también merece el reconocimiento de la arquitectura moderna asturiana (como el Cine Felgueroso de Sama de Langreo), siendo un edificio austero, racionalista, de grandes ventanales, y atravesado continuamente por enormes vigas de acero de la antigua Ensidesa.