Construidos en 1896 y usados como tal hasta 1958, los históricos Talleres del Conde son el origen de la Compañía de Asturias, fundada por el Conde Sizzo a finales del siglo XIX. Con casi 200 metros de longitud, son dos naves de 10 metros de altura, unidas sus piezas con la técnica del roblonado, hoy en desuso.

Durante varios años, fue el único taller de tubería vertical de España, y contó además con una central eléctrica. Además, en 1900 sus trabajadores recibieron la Medalla de Oro de la Exposición Universal de París y de Sevilla por la construcción de la Campana Sortini (diseñada por el italiano Francesco Saverio Sortini), siendo donada por Duro Felguera a la Basílica de Covadonga y que se conserva en el exterior del santuario asturiano.

Junto a las dos naves permanece un edificio de oficinas de trazas racionalistas, con una nave adosada con cubierta en dientes de sierra, menos valorada.

Existe un proyecto para construir un recinto ferial en su actual ubicación.