Valentín Ochoa Fernández – «Antón el Chiova»
Nació en 1879 en Sama.
Estudió en la escuela de José Bernardo, actuales Escuelas Dorado. Ya de adolescente, mientras ayuda en la fragua familiar, asiste a las clases nocturnas de la Escuela de Capataces de Mieres.
En el año 1900 ingresa en la fábrica de Duro Felguera, empresa a la que va a estar ligada toda su vida laboral.
En esos años comienza a publicar sus primeras poesías en asturiano y castellano, y a colaborar con artículos de carácter político en publicaciones locales, algunas fundadas por él mismo, como “El porvenir de Langreo” (1904).
En el año 1904 se casó con Pilar García Díaz, con quien tuvo seis hijos.
Mientras lucha por sacar adelante a su familia, compatibiliza su trabajo en la Duro con las clases que da en la Escuela Elemental de La Felguera e incluso en su domicilio.
Paralelamente, desarrolla una intensa actividad política y literaria, fruto de ello nace el periódico “El Condejal”, en 1910.
En 1911 participa en la organización de un mitin de confraternidad republicano-socialista, en Santo Emiliano, en el que intervienen, entre otros, Pablo Iglesias y Melquiades Álvarez.
Llegado el año 1918 funda la Fraternidad Republicana de Langreo junto con otros correligionarios; también el semanario “El Nalón”.
En ese mismo año fallece su esposa y “Antón el Chiova” se refugia en la poesía. Desde ese momento y hasta el comienzo de la Guerra Civil Española, escribe lo más importante de su obra poética en asturiano.
Un año después de ser proclamada la República, el alcalde de Langreo Belarmino Tomás prohíbe los entierros religiosos en el municipio. Tras producirse altercados entre partidarios y detractores, Valentín Ochoa –persona tolerante para cualquier tipo de creencia- decide darse de baja de la agrupación de la Fraternidad Republicana.
La muerte de uno de sus hijos en un campo de prisioneros de las tropas vencedores, al igual que la muerte de muchos amigos y la cárcel de tantos otros, van a hacer que Valentín Ochoa se aísle cada vez más.
Aún así, no se libra de la represión del régimen y en 1944 lo procesa el Tribunal Especial para la Represión del Comunismo y la Masonería, bajo la acusación de pertenencia a sociedad secreta de carácter masónico. Se le condena a una pena de quince años y un día, que no llega a cumplir, gracias a los informes favorables elaborados por la policía y avalados por personas influyentes en la vida langreana.
En 1948 solicita la jubilación en Duro Felguera y se traslada a vivir a Gijón, donde falleció a finales de 1951.
Ese mismo año le concedieron la Medalla al Mérito del Trabajo por su labor en Duro Felguera.
También existe una placa conmemorativa en el colegio José Bernardo de Sama de Langreo.