El primer sistema de explotación del carbón, hasta los años treinta del siglo XX, anterior al conocido pozo vertical señalado con su castillete, fue la extracción horizontal o minería de montaña. Las capas de carbón que se encontraban por encima del nivel del río eran excavadas por medio de galerías transversales o pisos horizontales, situados a diferentes alturas y unidos al fondo del valle por medio de planos inclinados que ayudaban a bajar el mineral.

Las primeras noticias de la bocamina La Trechora corresponden a los años cuarenta del siglo XIX, momento en el que se realizó una investigación y reconocimiento de algunos criaderos de carbón. Entre ellos, «El Trechoro». La Trechora fue puesta en funcionamiento por la empresa de los Hermanos Herrero, «Carbones Santa Ana», constituída en 1870. Fue esta empresa quien hizo la llegada del ferrocarril a la misma, dejándola comunicada con sus explotaciones de Tras El Cantu, el Sotón y Santa Ana.

Antes del fin de la misma centuria, fue absorbida por la empresa siderúrgica y minera más importante de Asturias: Duro Felguera.

El conjunto de La Trechora está formado por la bocamina, el falso túnel, el cargadero y las trincheras del ferrocarril minero.

El falso túnel fue construído para dar a la bocamina un lugar donde realizar las tareas en su proximidad.

En este punto coinciden los ferrocarriles de dos empresas mineras: el de Carbones la Nueva (actual tren minero del Ecomuseo, que pasa por debajo del túnel) y el de los Hermanos Herrero (que pasaba paralelo al río).